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Ayudar a fortalecer la integridad personal de niños, niñas y adolescentes enfermos de cáncer, durante el desarrollo de su tratamiento y la mejora de la calidad de vida tanto de ellos como de su entorno.
Queremos aportar soluciones definitivas a las problemáticas sociales que tienen muchas familias, maximizando los beneficios en relación a los recursos disponibles y logrando que tengan una mejor calidad de vida.
Tenemos como valores relevantes la TRANSPARENCIA, el cumplimiento de nuestra MISIÓN y el TRABAJO EN EQUIPO.
Ayudar a fortalecer la integridad personal de niños, niñas y adolescentes enfermos de cáncer, durante el desarrollo de su tratamiento y la mejora de la calidad de vida tanto de ellos como de su entorno.
Queremos aportar soluciones definitivas a las problemáticas sociales que tienen muchas familias, maximizando los beneficios en relación a los recursos disponibles y logrando que tengan una mejor calidad de vida.
Tenemos como valores relevantes la TRANSPARENCIA, el cumplimiento de nuestra MISIÓN y el TRABAJO EN EQUIPO.
Soy Mercedes Carrión, una de las fundadoras de Asociación Tras-Pasar, pero antes que eso y antes que nada, soy mamá de Cami Gómez, y esta historia no se trata de mí sino de ella…
Cami tenía seis años cuando enfermó de cáncer. A partir de ahí, su vida cambió. Cambió escuela por hospital, y dejó de aprender matemáticas para aprender sobre medicación. Cambió jugar en la plaza por largas jornadas de quimios. Cambió peine y cepillo por gorritas para cubrir su hermosa pelada. Cambió llantos de capricho por valentía para enfrentar cada pinchazo. Su valentía y resiliencia desde ese momento cambiaron por completo mi vida.
Diez meses después de comenzar su tratamiento, Cami dejó de estar físicamente entre nosotros, pero en el camino se ocupó de dejar las cosas muy en claro: “Mami cuando todo esto pase vamos a hacer algo.”
Ella había podido mirar al cáncer a los ojos, había podido ver en muchos de sus amiguitos, que a la par de ella transitaban esta enfermedad, la desigualdad.
En 2010 fundamos Tras-Pasar con el legado maravilloso de una niña de seis años que encontró en su lucha lo más importante que cualquier ser humano debe aprender: Ponerse en el lugar del otro.
Ella dejó en claro la misión de quiénes nos quedábamos. Dejó en nuestras manos, un montón de semillas de concientización y de lucha por la igualdad de condiciones para enfrentar el cáncer y nosotros salimos a sembrarlas.
Gracias Cami por tu legado, gracias Cami por tu lucha.
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